La escultora argentina que escandalizó al público y talló su nombre en la historia

Arte & Diseño | 2021-05-23 14:05:48

Lola Mora nació en Argentina en 1866 y su monumental 'Fuente de las Nereidas', inaugurada el 21 de mayo de 1903, generó escándalo entre el conservadurismo ante los desnudos de su obra, pero la consagró como artista nacional. Fue la primera mujer argentina en destacar en esta disciplina y su figura fue reconocida en su época y en la posteridad.

Creció en la capital de la provincia de Tucumán, en el noroeste de Argentina, y quedó huérfana a los 18 años. Dos años después comenzó a tomar clases de dibujo y pintura a partir de las escuelas del neoclasicismo y romanticismo.
La calidad de sus retratos de figuras políticas provinciales le valió el respeto localmente, por lo que viajó a Buenos Aires en busca de una beca para perfeccionarse en Europa, que le fue otorgada por el Gobierno nacional en 1896, meses antes de cumplir los 30 años.

Continuó su formación artística en Roma, donde instaló su estudio y taller y donde comenzó a estudiar escultura, disciplina sobre la que decidió profundizar su dominio. Allí comenzó a codearse con el ambiente artístico europeo de la época, mientras su obra ganaba reconocimiento internacional y enviaba sus trabajos a Argentina.

Su reconocimiento comenzó en el quiebre del siglo XX, en 1900, cuando un autorretrato en mármol de Carrara ganó una medalla de oro en la Exposición Universal de París. A su regreso a Argentina ese año, firmó un contrato para esculpir una estatua del político e intelectual tucumano Juan Bautista Alberdi, ideólogo de la Constitución de 1853 y uno de los principales abogados de la inmigración europea al país.
También le fue encargada entonces por la intendencia de la ciudad de Buenos Aires la creación de su mayor obra: la Fuente de las Nereidas, una alegoría del mito griego del nacimiento de la diosa Afrodita, de 11 metros de altura. El trabajo demoró dos años y fue realizado en Roma con la ayuda de asistentes debido a su magnitud.

Durante su creación, el hecho de que Mora usara pantalones para poder moverse y trabajar con soltura provocó la reacción de los pudorosos, lo que llevó a que el taller fuera tapiado con maderas para evitar el fisgoneo de los curiosos.

Consagración y escándalo
En 1902, las figuras humanas llegaron a la ciudad y los sectores conservadores se escandalizaron por los desnudos, por lo que se opusieron a que la fuente fuera emplazada en el centro de la Plaza de Mayo, centro cívico nacional, frente a la Catedral metropolitana.

Fue inaugurada el 21 de mayo de 1903 sobre lo que hoy es la avenida Alem, a espaldas de la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo. Pero la presión moralista continuó y la fuente fue trasladada en 1917 a su lugar actual en la Avenida Costanera Sur, sobre la vera del Río de la Plata, frente a la Reserva Ecológica.
Apadrinada por las figuras políticas de la época, principalmente el presidente Julio A. Roca (1880-1886,1898-1904), se transformó en una de las artistas nacionales. Le fueron encargadas un bajorrelieve para la histórica Casa de Tucumán, sitio donde se firmó la declaración de la Independencia en 1816, y cuatro estatuas para adornar el Congreso Nacional, que finalmente fueron emplazadas en la capital de la provincia de Jujuy.

Hubo reconocimientos en vida, no solo hizo monumentos sino obras a pedido; en 2012 se remató una cabeza hecha por ella de una colección privada. La parte que sería interesante saber es cómo le fue en Roma, donde se vinculó en cierto momento con el ámbito social y artístico, lo que la respaldó para conseguir aquí sus encargos.

A Mora le ofrecieron esculpir una estatua de la reina Victoria de Inglaterra, para ser emplazada en Melbourne, Australia, y otra del zar Alejandro I de Rusia, en San Petersburgo, pero rechazó ambos encargos porque requerían adoptar la ciudadanía de los respectivos reinos.

Diseñó y realizó durante su período de apogeo artístico monumentos, esculturas y bustos para homenajear referentes y acontecimientos políticos argentinos, incluida la encomienda por parte de la Comisión del Centenario del Monumento a la Bandera, en el marco de las celebraciones por los 100 años de la Revolución de Mayo de 1810.
Además, concluyó encargos privados, entre los que destacan algunos trabajos para el mausoleo de la familia de abolengo López Lecube, dentro del Cementerio de la Recoleta, ubicado en el barrio típico de la aristocracia que lleva su nombre en Buenos Aires.

Vida y ocaso de una visionaria
En 1909, a los 42 años, se casó con un hombre 17 años menor, lo que generó revuelo social, pero su marido la dejó cinco años más tarde. Existen sospechas acerca de su sexualidad, fogoneadas por el hecho de que sus descendientes quemaron su correspondencia.
También fue una pionera en urbanismo. Fue autora del primer proyecto de subterráneo y galería subfluvial de Argentina, previsto para la ciudad de Buenos Aires, y del trazado de calles de la capital de Jujuy.

En 1925, se rescindió el contrato por el Monumento a la Bandera, que fracasó por falta de fondos producto de disputas políticas internas. Algunas esculturas del proyecto se colocaron en el faraónico sitio que finalmente se concluyó en 1957 en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, en el centro de Argentina.
En la década de 1920 abandonó la escultura, excluida de los proyectos artísticos de inversión pública debido a su pasado cercano al orden conservador y las críticas a su estatus civil.
Desarrolló proyectos para los que obtuvo varias patentes, como el cine a sala iluminada, la exploración geológica y la de combustibles a base de destilación de rocas fósiles, que fracasaron y la llevaron a la quiebra.

En 1933, habiendo perdido sus ahorros, regresó a Buenos Aires bajo el cuidado de sus sobrinas. Un día de 1935, los diarios porteños informaron acerca de su desaparición. La encontraron las autoridades frente a su Fuente de las Nereidas, bajo la lluvia.
El Congreso nacional le otorgó ese año una pensión honorífica, pero que nunca llegó a disfrutar. Falleció unos meses después de haber sufrido un derrame cerebral, el 7 de junio de 1936, a los 69 años.